Experiencia accesible en el Pirineo de Girona
No te pierdas sus pueblos de piedra, su gastronomía y el esquí inclusivo
29/03/2022- 0 Comments
¿Conoces el Pirineo de Girona? Si la respuesta es no, ¡no esperes más para organizar tu escapadad!
Sus pueblos con casas de piedra como Santa Pau, Besalú, Puigcerdá, Ripoll... rodeados de montañas nevadas no te dejarán indiferente.
Puigcerdá tiene una de las oficinas de turismo más bonitas de España, ubicada en el centro del pueblo, en la planta baja del emblemático campanario de Santa María. Sus calles estrechas, el mirador de la Cerdanya, y su precioso lago, conformarán una postal que no querrás borrar de tu retina. ¿Sabías que el Valle de la Cerdanya tiene 3.000 horas de sol al año? ¡Tantas como Málaga! Gracias a su orientación este-oeste.
También conocimos el monasterio benedictino de Santa María de Ripoll, con su labrada portada, sus tumbas condales... una lección de historia hecha monumento. No se te olvide hacerte un selfie en la plaza delantera, han colocado un atril de metal en el que dejas el móvil para la foto y te enmarca las letras decorativas con el nombre de la población con el monasterio de fondo. ¡Serás picoftheday en tu Instagram!
Llegados a Santa Pau te envuelve una retrospectiva en el tiempo, como si estuvieras en la edad media: el suelo empedrado, los arcos de la plaza, los techos de madera, su mirador hacia el valle... al igual que Besalú, a la que se entra por un impresionante puente de piedra, son visitas obligadas (y aunque parezca lo contrario por su orografía, son amables en su mayor parte con las personas que usan silla de ruedas).
En Olot, visitamos el Espai Crater, en la comarca de la Garrotxa. Un museo sobre volcanes ¡enclavado en el crater de uno de ellos! Un espacio totalmente interactivo, con audiovisuales, experiencias inmersivas, realidad virtual, ludificación y videomapaje para todas las edades.
Hemos dejado la joya de la corona para el final... ¡esquí accesible en La Molina! Al menos una vez en la vida tienes que probarlo. La sensación de deslizarte a más de 60 km por hora sobre la nieve, con el apoyo de un guía experto, es una experiencia inolvidable. Gracias a Play and Train, el centro de deporte adaptado de la estación de esquí, todas las personas pueden disfrutarla. Las telecabinas disponen de rampas (y personal de apoyo para utilizarlas). Aunque el refugio de la cima aún no es accesible, no dudes ni un momento en subir y disfrutar de las vistas.
Y por supuesto, destacar la gastronomía de la zona (¡qué suerte que estuvimos en temporada de calçots!), butifarra, caracoles, verduras a la brasa, carnes... ¿qué le falta al Pirineo para que te lo pienses dos veces?
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