Visita al centro histórico

El tiempo se encargó de inscribir sus marcas, dejándonos valiosos legados de los que Vila Real de Santo Antonio se enorgullece. El centro de la ciudad, Pombaline, es, en su totalidad, un patrimonio inseparable y con una matriz única de una ciudad de la Ilustración creada desde cero.

Para apreciar el plan urbanístico de Vila Real de Santo Antonio es necesario pasear por sus calles. Es importante comenzar en la Praça Marquês de Pombal, el corazón del pueblo, con un radiante pavimento de piedra del obelisco erigido en 1776. Contiene tres de los principales elementos urbanos del siglo. XVIII: la iglesia, el edificio del Ayuntamiento y la antigua Casa da Guarda (hoy edificio del banco).

Luego, se deben cubrir unas pocas cuadras, erigidas por iniciativa privada, pero en las que aún se percibe una forma arquitectónica. La línea de fachada de la Avenida da República, delimitada por dos torreones y que contiene el antiguo edificio de la Aduana, con un amplio portal y un frontón triangular, es el final del recorrido. Uno está junto a las orillas ajardinadas del río Guadiana, frente a la ciudad española de Ayamonte.

Las playas y la Ría Formosa

Las playas del municipio de Vila Real de Santo Antonio son acogedoras, el mar tranquilo y cálido se extiende sobre vastas arenas, entre las caprichosas curvas de las dunas, protegidas por la sombra de los pinares y, finalmente, por los canales de la Ría. Formosa. Escenarios contrastantes, en un caprichoso despliegue de la Naturaleza.

La graciosa curva de la bahía de Monte Gordo alberga una de las mejores playas, familiar, cálida, a la que los barcos de pesca artesanal dan color, cuando tales gaviotas aterrizan en la arena al final de la obra. El verdor del pinar crea un ambiente de frescura inmejorable, mezclando el azul del mar y el verde de los árboles en una misma paleta.

Los paisajes de Cacela Velha 

Este núcleo está formado por las zonas de baño de Lota, Manta Rota y Fábrica. Sus arenas se encuentran en una de las franjas mejor conservadas de la costa y ya han sido distinguidas por la revista "Traveller" como una de las mejores playas del mundo. La península de Cacela Velha, ya dentro de la Ría Formosa, está ubicada sobre la fina arena a la que se puede acceder en barco. Es un lugar mágico, porque en algún momento, estamos rodeados por un lado por el canal de la Ría y por el otro por el océano infinito. A lo lejos deambulan los barcos de pesca, aquí y allá el mariscador, con gestos ancestrales, sobre los viveros de almejas y ostras que luego podremos degustar. En el pueblo de Cacela Velha, ubicado en el extenso mar que baña las playas de Cacela, es posible contemplar una de las vistas panorámicas más hermosas del este del Algarve y la mejor puesta de sol del Algarve.