La Catedral de Santa María de la Sede de Sevilla es la catedral gótica más grande del mundo. En 1987 fue declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad. El Cabildo Metropolitano ha sido el custodio durante los siete siglos de la historia de la catedral. El entorno urbano es cómodo y seguro para el peatón, accediendo sólo transporte público a la zona próxima a la Catedral y, dentro de éste espacio, solo tranvía por la Avenida de la Constitución y taxis por la Plaza del Triunfo. Existen dos entradas a la Catedral y ambas son accesibles. El acceso principal, junto al Archivo de Indias, está dotado con mostrador rebajado en altura y todos los huecos y puertas de paso tienen dimensiones adecuadas. Desde esta entrada principal se accede a un pequeño museo, sin problemas de accesibilidad reseñables, permitiendo un tránsito seguro y cómodo hasta la sala de la Catedral. En la otra entrada, junto a la Plaza del Triunfo, existe un control control de acceso con alternativa accesible a través de una puerta para personas con movilidad reducida. La movilidad horizontal dentro de la sala de culto de la Catedral es buena, con espacios amplios y cómodos desarrollados en un solo nivel. El patio dispone de un recorrido accesible a través de plataformas de madera. En la fecha de la visita se estaba procediendo al tapado de los canales de agua que recorren el patio para permitir el tránsito por todo el espacio. A la torre, único espacio en un nivel superior, se accede a través de rampas que, por dimensiones, no cumplen los parámetros mínimos (35 rampas de 6 metros de longitud, 1,60 metros de anchura y 17% de pendiente). Dispone de aseo adaptado en el patio, al cual se accede a través de un elevador vertical. La Catedral dispone de un servicio de audio guía y de guías impresas en braille.