Es un espacio sagrado que data de tiempos preincaicos, considerado un centro ceremonial importante para la cultura Wari. Este sitio destaca por su valor arqueológico y cultural. Las calles colindantes a la plaza son actualmente utilizadas como estacionamiento, aunque no son competencia del santuario ya que se trata de vías públicas. El sitio cuenta con una rampa de acceso desde la boletería del museo, que se encuentra en un módulo de madera de un solo nivel. Sin embargo, los servicios higiénicos están en el segundo nivel del museo cercano, y el acceso a ellos es únicamente mediante escaleras. Los senderos de visita son irregulares, y los desniveles no permiten el tránsito adecuado de personas usuarias de sillas de ruedas o con movilidad reducida. En la zona de bienvenida, se encuentra señalización que ofrece información sobre las tarifas y detalles del sitio. Además, en la Pacarina (fuente de agua sagrada), hay 4 códigos informativos que ayudan a comprender mejor las características y la importancia del sitio arqueológico.